La
ciencia y la tecnología siempre han evolucionado en forma conjunta. El
desarrollo de una conlleva o potencia el desarrollo de la otra. Es por ello que
siempre las hallamos juntas, en una suerte de evolución constante entre
sinérgica y simbiótica.
La instinto de supervivencia nos ha llevado
como animales que somos a obedecer primero nuestra parte instintiva y luego a
actuar como seres racionales.
La técnica o habilidad adquirida responde a
esta parte instintiva. Por ensayo y error vamos desarrollando habilidades y
aprendiendo a partir de esa relación causa-efecto.
La ciencia es más reflexiva. Cuando ya, a
partir de la observación, generamos hipótesis, teorizamos y realizamos
comprobaciones, estamos comportándonos científicamente. De la aplicación
práctica de estos conocimientos científicos surge la tecnología.
Analizaremos
un proyecto que propone, desde su origen, un trabajo conjunto entre el
desarrollo científico y el arte. El proyecto I-Wear (Ropa Interactiva) tiene un
doble objetivo, por un lado la investigación y por otro lado un objetivo
artístico.
Navegando en la difusa interfase entre la
realidad y la ficción, Ropa Interactiva, propone encarar la investigación
tecnológica sobre textiles, mecanismos y prendas desde una perspectiva
artístico-creativa. Se utiliza el arte como marco para extralimitar las
funciones que la tecnología y el diseño adquieren en la actualidad.
La preocupación recae en el plano de lo
significativo. Las prendas diseñadas configuran una proposición del tipo
discursiva, invitan a una reflexión.