Ayer por la tarde tuvimos un nuevo encuentro del Proyecto Oído Cocina, proyecto que sirve de espacio de encuentro para personas con capacidades diversas.
La sesión de ayer fue súper guay y llena de creatividad.
Cuando todos llegaron se les explicó qué actividades se iban a realizar y cual iba a ser la metodología a seguir.
En esta sesión del Proyecto contamos con un Profesor de la Escuela de Hostelería y seis alumnos suyos interesados en colaborar. Presentaron a estos cocineros y cada uno de ellos se colocó en una mesa. Los niñ@s por grupos irían rotando por todas las mesas, hasta conocer las siete propuestas de pintxos que se elaborarán más adelante.
Fueron llamando a los niños uno por uno, se iban colocando su identificación, la cual está escrita tanto con letra como con el alfabeto dactilológico y se iban colocando en cada mesa. En ella estaban un chef y una persona de Aransbur que iba signando tanto los alimentos de la receta, como los pasos a seguir.
Alrededor de 7-8 minutos en cada mesa y cambio, rotamos hacia la siguiente. Así hasta conocer a todos los chef, los diferentes pintxos e ingredientes.
En la última mesa, toca poner en práctica la imaginación y la creatividad. Con los ingredientes de esa mesa, con plastilina, deberán elaborar un pintxo original, rico y con una buena presentación.
Habrá un ganador por cada mesa. Los encargados de elegirlo serán por supuesto los chefs que en esta sesión nos han acompañado. El pintxo ganador será el que se elabore el día de la cena fría, que tendrá lugar el último día de encuentro del proyecto.
Aquí os dejo, los 7 súper pintxos ganadores, aunque la verdad es que había un nivel muy alto. Muchos pintxos bien elaborados con plastilina y bien creativos. Venga voy a compartir con vosotr@s un poco de su arte, para que lo disfrutéis. Aunque sin lugar a dudas, lo más divertido era ver lo concentrados y implicados que estaban en la tarea.